jueves, 16 de agosto de 2012

Manual para Tomar Vino y no morir en el intento...

"Si llegas a un restaurante, donde el mesero ha recibido alguna instrucción sobre el servicio de vinos, la situación empeora", me dijo Martín. "Estoy cansado de meter las patas, y de sentirme como un ignorante". Cierto, pensé, entrenan al personal, pero nadie se preocupa por entrenar al cliente. Quieres aprender gratuitamente sobre vinos. 

"¿Has visto esto? Tomar vino se ha convertido en todo un problema". Con estas palabras, un buen amigo, me planteó su justificada preocupación. -Trataré de darte una manito, respondí. Para que ningún sabihondo, con o sin intención, te vuelva a dañar el rato.

Lo primero que hay que saber, no es ni la cepa, ni el año. Lo primero es: ¿Quién te va a llevar a casa? Segundo:¿Te sientes bien del corazón para afrontar los precios del restaurante? Tercero: ¿sabes hablar "sommeliers-parla" para responder las afiladas preguntas del mesero sabelotodo? Y por último: ¿Estás preparado para convertirte en actor? Porque llegado el momento, vas a tener que descrestar con tu garbo y sofisticación.

Para empezar, debes conocer el libreto de este show. A veces me pregunto, ¿Que tan necesario es? Creo que tiene mucho de tonto: Apenas estamos iniciando y ya se nos juzga por no ser avezados enófilos.

Una vez superada la primera y no menos difícil cuestión, la del chofer elegido, vamos a lo segundo: Tu preparación psicológica para enfrentarte a la carta. La prueba de resistencia llegará cuando revises los valores. Las mismas botellas que compras a $30 mil en el mercado, no costarán menos de $90 mil en el restaurante (súmale impuesto y propina). Ahí te va a dar algo. La mejor opción para evitar el soponcio: Elegir la más barata o ir a un lugar justo. ¿Qué se puede hacer? En Colombia no hay con qué pagar el vino de los establecimientos gastronómicos.

Tercero. El mesero atacará con su recién aprendido arsenal lingüístico. Te explicará sobre la cepa (la uva), hará énfasis en la crianza (añejamiento), y recomendará el mejor maridaje (el plato que va bien). También es posible que hable sobre la primera nariz (El aroma antes de girar la copa), y de la segunda (el aroma después de girarla). Preguntará luego: ¿Quien lo catará? (probará), y hasta propondrá dejar que el vino se abra. ¿Pero qué le pasa a este tipo?, ya la botella está abierta. Relájate, significa que debes esperar un rato para que el líquido entre en contacto con el aire.

Superado lo anterior, llega la hora de la verdadera prueba. Si tu escogiste la botella, el mesero supondrá que eres el catador, de modo que se acercará y te mostrará la etiqueta. Ahora si, momento de actuar. Cara de serio, mano al mentón; si usas gafas, colócatelas, y clava la mirada en la estampa. Comprueba la cepa, la añada (el año), y el nombre. Frunce el ceño, para que luzca real. El corcho será ubicado a tu lado. Obsérvalo con agudeza. No lo huelas, ahora los expertos dicen que no se debe oler. Solo revisa que la marca de humedad sea menor que el cuerpo del mismo. Luego te servirán un chorrito, muy poco, ni llegará a ser la cuarta parte de la copa. No te quedes esperando, ni mires como reclamando: "Tacaño, yo soy el que paga". Toma la copa y acércala a la nariz, aspira. Ahora gírala, y vuelve a oler (segunda nariz), para terminar depositando un sorbito en la boca. Si consideras que está bien, con un delicado gesto de la mano, y como si fueras el mismísimo príncipe Felipe, indicas que puede proceder con el servicio a los demás. Para finalizar, tu copa será completada y entonces estarás listo para disfrutar del vino.
Fuente:
Por Tulio Zuloaga tulio@soyvino.com

Nota: me parecio muy interesante esté artículo que me llego al correo, espero que le  saquen provecho a estas enseñanzas básicas, pero muy apropiadas para evitar quedar mal en alguna ocasión especial.

jueves, 12 de enero de 2012

Clasificación de los vinos por edad

Actualmente hay que hacer aclaraciones porque para las personas que apenas empiezan a conocer el maravilloso mundo del vino aprendan a distinguir como se clasifican los vinos en función del tiempo de envejecimiento porque hay vinos con etiquetas que engañan a las personas no es lo mismo reservado que reserva, reservado no es garantía de nada, es un mero adorno en el nombre, mientras que reserva y gran reserva si es significativo a la hora de seleccionar un buen vino
Los vinos reserva
Los vinos en función del tiempo de envejecimiento en barrica y reposo en botella antes de salir al mercado, se clasifican en joven, crianza, reserva y gran.
Los vinos reserva son aquellos que entre el paso por madera y estancia en botella suman un periodo mínimo de tres años, de los cuales por lo menos doce meses han sido en barrica. Se trata de un criterio general, ya que éste puede variar en función de la normativa establecida por el consejo regulador de cada denominación de origen. Las barricas suelen ser de madera de roble americano o francés (Viña Ardanza Reserva Especial 2001, Coto de Imaz Reserva 2004, Protos Reserva 2004).

Los vinos tintos reserva (
Marqués de Cáceres Reserva 2004, Pesquera Reserva 2005
) suelen maridar bien con carnes, aves, platos de caza y quesos curados. Se recomiendan tomar a una temperatura de 16-19º C. Además, los vinos con largos periodos de crianza en barrica, como los reserva y los gran reserva, permiten su conservación durante más tiempo para un consumo óptimo.

Información relacionada con Vinos reserva:
Vinos para guardar
Qué vinos guardar

No todos los vinos están hechos para ser guardados sino que algunos requieren su pronto consumo para no echarse a perder. Cada vino es un mundo, pero en principio los vinos tintos con crianza en barrica de roble y con cuerpo, son los que pueden ganar en botella y, por tanto, conservarse durante más tiempo en nuestra bodega.

Aquí os dejamos algunas recomendaciones relativas al momento de consumo óptimo de cada tipo de vino, a partir de su añada.

Vinos blancos. Los vinos blancos jóvenes  deben consumirse lo antes posible mientras que los blancos con crianza permiten ser guardados hasta 3 o 4 años.

Vinos rosados. Ocurre exactamente lo mismo que con los blancos.

Vinos tintos jóvenes. Se recomienda su consumo en un breve período de hasta dos años. Los tintos jóvenes de maceración carbónica no más allá de 12 meses.

Vinos tintos de guarda. Se podrías decir que los tintos crianza  pueden aguantar bien hasta 5 años, mientras que los reserva (
Coto de Imaz Reserva 2004, Protos Reserva 2004) y grandes reserva (Gran Reserva 904, Montecillo Gran Reserva 2003) 10-15 años aproximadamente. Existen algunos tintos de Burdeos en los que su período de consumo óptimo se puede alargar hasta los 30 años (Château Petrus 1996, Château Lafite Rothschild 2002). Vinos espumosos. No mejoran con el tiempo y pueden perder presión, salvo algunos champagne franceses millésimé y grandes cavas (Cava Gramona Imperial Brut Nature, Champagne Louis Roederer Cristal 2002).

Vinos dulces. El consumo de los blancos dulces se aconseja en un plazo de 3 años mientras que algunos Tokay y Sauternes puede llegar hasta los 15 años (
Oremus Tokaji Aszú 5 Puttonyos 2000, Château d'Yquem)
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Vinos generosos. Finos y manzanillas se deben beber inmediatamente (
Manzanilla La Gitana, Fino San Patricio).